No hay nada que me guste más que una bonita historia de amor, y yo tengo la más bonita del mundo ;)
Lo conocí en el mes de agosto, un Sábado por la tarde a eso de las 4.00 yo en la cocina fumando un cigarrillo, super nerviosa, creo que mi corazón lo estaba esperando y por eso tantos nervios!
ÉL entro con su caminar a saltitos, con una camiseta de futbol Caja de Guadalajara (si!! ya sé que no es lo más sexi, pero le quedaba!!). Pantalones cortos grises, calsetines blancos, y zapas adidas negras, que aunque Zalo diga lo contrario eran bárbaras,
Su entrada por la puerta fue triunfal como un principe, pero en lugar de acompañante o criado venía acompañado de chapito que todo lo que hizo fue ignorarme, y dejar la escena más ridicula (ya arreglé cuentas con el perro) jeje
El saludo atropellado, casi torpe, aunque desde ese momento quede como atrapadilla en un cuento de Hadas que cada día era más maravilloso.
Fueron en sí creo 20 o 21 días los que convivimos bajo el mismo techo, yo veía como los primeros días sin conseguirlo ambos intentabamos comunicarnos, pero reconozco que fue una de las cosas más dificiles que he hecho, el cagastellano tiene infinidad de formas!
Ël por la noche, se escapaba a las partes desocupadas de la casa hablar con su novia, y volvía con cara de desánimo y tristeza, me constaba mucho volver arracarle una sonrisa.
Tuvimos 3 conversaciones en serio, el resto nada en claro, risas y más risas, sin casí hablar (ustedes calculen) nos pasabamos mucho rato juntos, y aprox el día 17, nos empezamos a entender, literalmente hablando, podíamos hablar más de dos palabras sabiendo lo que estabamos diciendo.
Pasamos horas preciosas, asomados al balcón, música, historias, bailes, juegos, y muchas más risas (no solo estaba él, mis horas era más mágicas, por culpa tb de Lucas, Maria Paloma, sus primos y toda su famila)
Su relación ya no funcionaba, hablaría con su novia a su llegada a Guada, y sin la mínima esperanza de nada más que de una amistad, quedamos a chatear.
Llego despedirse, él se volvía a Guada, supe que no podría ya vivir sin él, y todo lo que nos dimos en 22 días fue nuestra dire de e-mail, y una promesa de escribirnos...¨¨
....fue la cita más esperada de mi vida, sin tan siquiera haber olido su aliento, todo lo que quería era volver a verlo!.... Quedamos un sábado 24 de agosto a eso de las 1700 en internet!